Los hombres “rompemos mucho antes de romper; para nosotros, las mujeres suelen ser como las piedras en un río que estamos cruzando: no saltamos a la siguiente hasta estar convencidos de que se trata de un salto seguro. A nadie le gusta mojarse”
Esta situación la viví en carne propia y créeme que es muy complicado cuando te niegas a ver o reconocer lo obvio. Al platicar lo que viví con mis amigos, me di cuenta de que “no hay peor ciego, que el que no quiere ver”. Habían terminado conmigo mucho antes de que yo me diera cuenta o me quedara claro...A los hombres no nos gusta sentirnos culpables y que nos hagan dramas. Por lo tanto evitamos ser los que terminan directamente la relación. Vamos dejándola de manera paulatina, en un proceso que puede durar semanas o meses. (En mi caso, te juro que fueron meses, y yo, ni en cuenta). Yo soy un tipo muy directo y nunca le haría esto a otra persona –tal vez porque me la aplicaron a mi-; pero la realidad es que en la genética masculina está el: “Romper mucho antes de romper”.
La mayoría de los chicos, terminamos mucho antes de decirlo con todas sus letras. Eso puede suceder un mes o meses antes de que realmente nos separemos. Además esperamos a que seas TÚ quien ponga el punto final. Las mujeres se sorprenden cuando su galán sale con alguien más a los pocos días de haber terminado. Pero, en la mayoría de los casos, el hombre ha entrado de nuevo al juego de las citas, desde meses antes, valorado sus opciones y ha dejado totalmente su relación en cuanto ha aparecido otra persona.
Confía en tu intuición. En el fondo siempre sabemos que nuestra pareja está pensando o deseando dejarnos… Sin embargo, te comparto las señales de alerta -que plantea Santagati- y que son indicios de que tu galán está buscando el camino de salida:
1. Poco a poco empezamos a pasar menos tiempo contigo y más tiempo en el trabajo y con los amigos.
2. Ya no somos románticos. Las cenas, el sexo y “pasar la noche juntos” disminuyen de forma abrupta.
3. Los besos apasionados se convierten en besos de pollito.
4. Casi no hay besos en las relaciones sexuales.
5. En caso de que hagamos el amor contigo, cerramos los ojos e imaginamos que estamos con alguien más. Lo notarás ausente.
6. Tratamos de acostumbrarte a la idea de vernos como un “amigo”.
7. Te damos una palmada en la espalda mientras te abrazamos o al despedirnos.
8. Nos cachas mentiras.
9. Empezamos a salir con alguien más y nos justificamos pensando que, de todos modos, ya hemos terminado contigo.
10. Tratamos de provocar discusiones con la intención de tener una excusa para marcharnos, especialmente los fines de semana.
Si has notado 2 ó 3 de estas conductas en tu pareja, no debo decirte qué debes hacer…
“Si hay duda… No hay duda..!”
FUENTE. Santagati, Steve. "The MANual". 2008
Uuyy chico, una de mis relaciones la terminé yo directamente, y fue suficiente para que de rompecorazones no me bajaran. Pero seamos claros, cuando uno de los dos quiere terminar es porque, también, el otro no ha sido una blanca paloma. De una u otra forma cada uno, a su ritmo, a su estilo cava la tumba de la relación. Tumba que a largo o corto plazo se utilizará.
ResponderEliminarDe acuerdo, lo desafortunado del asunto es que las rupturas son decisiones unilaterales y generalmente una parte es la que sufre; independientemente del motivo o la dinámica de la relación. A fin de cuentas, nada es para siempre, y lo mejor es aprender a sobrevivirlas... Gracias
ResponderEliminarJajaja,muy cierto
ResponderEliminar