“La madurez seduce… pero la juventud encanta…”
En el mundo de las citas - divertido y estresante -y la búsqueda del amor; se nos presentan muchas oportunidades que dudamos si tomar o no… Es cierto que con el paso del tiempo nos hacemos más exigentes; sin embargo, la realidad es que para disfrutar de esta etapa hay que “bajar” los estándares o mejor dicho estar más abierto a aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta.
Cuando estaba en los 20 tempranos, me gustaba la gente madura, que “según yo” me ofreciera madurez, sensatez y estabilidad… ¡Error! No porque alguien tenga más edad, quiere decir que sea más maduro o estable o que busque algo serio y duradero; al contrario, saben qué les gusta y tienen la personalidad mucho más definida. Los agruparía en cuatro grandes grupos:
a) Aquellos que descubrieron -por circunstancias personales- que les gusta ser solteros, libres y tener aventuras ocasionales. Sus necesidades afectivas las reciben de amigos y familiares, algunos de ellos, ya tuvieron hijos. Por lo tanto, no buscan una pareja estable que “los amarre” y “coarte” su libertad.
b) Aquellos que viven enamorados y tienen tantos novios (as) como cds, dvds o t-shirts. Disfrutan del enamoramiento (que dura máximo dos años, si hay buen sexo) y que acumulan amores en la vida, pero nada estable o que pretenda ser para siempre. Cuando pasa el efecto químico del enamoramiento y la pasión, escapan a la siguiente relación (monógamos en serie).
c) Aquellos que son el partido ideal: serios, responsables, comprometidos, solventes económicamente; -los BUENOS- que generalmente están ocupados. Y con los que puedes aspirar sólo a una aventura o a ser “el otro o la otra”.
d) Los que buscan una relación seria -al menos intentarlo-, mas no sabemos dónde están o dónde encontrarlos.
Al conocer estos 4 grupos, la realidad es que el espectro se va reduciendo. Por lo que aprovechando el “boom” mundial de los “cougars o pumas” hay que considerar salir con gente más joven. “Cougar” / puma, de acuerdo al
¿Cuál es el encanto? Entrados los 30´s, las opciones se reducen, los de tu edad ya están casados, divorciados, con hijos o definidos en cuanto a lo que buscan en la vida. Y a los mayores, les gustan los (as) de 20… ¡¡¡Y nosotros!!! Es entonces cuando surge la inquietud de salir con alguien más joven; ya que brinda la oportunidad de experimentar algo nuevo y estar con alguien que tenga ganas de aprender y vivir. Hay quien dice que te regalan juventud y te sientes mucho más jovial (en mi caso, me hacen sentir mayor y ese sentimiento no es mi favorito). Algunos psicólogos atribuyen este fenómeno al hecho de que es en la adolescencia y juventud temprana (preparatoria o universidad) cuando vivimos el amor más puro e incondicional de nuestra vida. En esa etapa, para andar con alguien, lo único importante era que nos gustara o que nos cayera bien. No nos importaba si era buen o mal partido, si tenía un buen trabajo, metas a largo plazo, si quería casarse, tener hijos… Además si era medio “pedo”, “mujeriego” o “ninfa” pensábamos que con nosotros cambiaría. En los treintas debemos saber que eso sólo se les quita a los 3 días… después de muertos…
Mis más recientes citas han sido con gente joven… No todo es tan maravilloso, la primera no fue buena, llegó 1 hora tarde, de malas, estresado, platicándome de todas sus broncas en la escuela y con la “excusa” de tener que llegar temprano a su casa; sólo tomamos un café en Starbucks. Esperaba mucho más porque era un buen chico y tenía ganas de conocerlo; pero la realidad es que “yo no le interesaba tanto”…
La más reciente fue buena, un chico inteligente, guapo, emprendedor, buena posición económica, un futuro promisorio… Ese es el punto, un "futuro promisorio" lleno de viajes, maestrías en el extranjero, vacaciones con los amigos; donde definitivamente yo no encajaría… Me encantó y la pasé muy a gusto, pero pensándolo fríamente, no estoy seguro de tener la paciencia de llevar una situación así. Ok, podría salir de antro, tal vez ir de vacaciones con sus cuates, pero a mi edad irme de “mochilazo” por toda Europa, o tener una relación a larga distancia; no se me antoja en lo absoluto.
Los puntos buenos son que los chicos en sus 20´s tempranos:
-Tienen toda la ilusión y ganas de conocer o seguir descubriendo otras facetas del amor.
-No tienen tantas ideas preconcebidas sobre el amor, sexo, y las relaciones de pareja.
-Al tener la joya de la juventud (la más valiosa porque es la única que desaparece con el tiempo) no les importa la edad, ni que seas 10 ó 15 años más grande; al contrario eso les seduce.
-Tú ofreces experiencia y ellos, la neta, compensan la falta de la misma con exceso de testosterona.
-Puedes tener planes que con alguien de tu edad ya no tendrías o no te permitirías.
-La mayoría son más transparentes.
-No tienen miedo de enamorarse y dicen y hacen lo que sienten. No tienen las estrategias ni las “mañas” que adquirimos con los años
La más reciente fue buena, un chico inteligente, guapo, emprendedor, buena posición económica, un futuro promisorio… Ese es el punto, un "futuro promisorio" lleno de viajes, maestrías en el extranjero, vacaciones con los amigos; donde definitivamente yo no encajaría… Me encantó y la pasé muy a gusto, pero pensándolo fríamente, no estoy seguro de tener la paciencia de llevar una situación así. Ok, podría salir de antro, tal vez ir de vacaciones con sus cuates, pero a mi edad irme de “mochilazo” por toda Europa, o tener una relación a larga distancia; no se me antoja en lo absoluto.
Los puntos buenos son que los chicos en sus 20´s tempranos:
-Tienen toda la ilusión y ganas de conocer o seguir descubriendo otras facetas del amor.
-No tienen tantas ideas preconcebidas sobre el amor, sexo, y las relaciones de pareja.
-Al tener la joya de la juventud (la más valiosa porque es la única que desaparece con el tiempo) no les importa la edad, ni que seas 10 ó 15 años más grande; al contrario eso les seduce.
-Tú ofreces experiencia y ellos, la neta, compensan la falta de la misma con exceso de testosterona.
-Puedes tener planes que con alguien de tu edad ya no tendrías o no te permitirías.
-La mayoría son más transparentes.
-No tienen miedo de enamorarse y dicen y hacen lo que sienten. No tienen las estrategias ni las “mañas” que adquirimos con los años
En fin, lo importante es VIVIR y si la vida nos regala esta oportunidad, hay que tomarla; a fin de cuentas, es por tantos prejuicios por lo que muchas veces nos privamos de gozar la vida… Es mejor decir lo viví y no me gustó a pasar la vida preguntándonos cómo hubiese sido. Lo único que aconsejo es no aprovecharnos de nuestra experiencia para salir “ganando” en una relación de este tipo; porque a fin de cuentas, nosotros tendríamos gran influencia en cómo será esta persona en relaciones futuras, si la nuestra no funciona… Tratemos de presentarle lo bello de la vida y hacerle ver que no importa lo que venga después, lo principal es ser felices y no dañar a nadie y mucho menos a nosotros mismos...
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